La revolución del amor

Vivimos en una jungla de asfalto en la que parece que el individualismo, el estrés, las prisas, el sálvese quien pueda, la competitividad, etc hacen que pasemos de largo por lo verdaderamente importante que no deja de ser el formar comunidad y ser una sociedad mentalmente sansana.

Los pequeños gestos diarios tienen un impacto brutal en la salud mental de quienes nos rodean, pero muchísimas veces no somos conscientes de ello y usamos ese súper poder en una dirección que puede llegar a ser devastadora, cuando podemos usarlo en la otra.

De qué estoy hablando? Pues de los buenos tratos, del amor, de la empatía, del cariño, del respeto, de la tolerancia, de la compasión, de la ayuda, del acompañamiento,la gratitud, de la comprensión y de todo ese abanico tan bonito que tenemos entre las manos y que podemos sacar de dentro para que las personas que nos rodean se puedan sentir un poquito más seguras y un poquito más a salvo.

No todos ni todas somos igual de fuertes pero eso no quiere decir que pase porque no se quiera, pasa porque no se puede, porque las experiencias vitales de cada uno son diferentes, e igual la persona que tengo al lado un comentario o un gesto mío acaba de hundirme en la miseria

Necesitamos más palabras bonitas y ciertas que hagan que la realidad de otras personas sea un poquito menos dura, pero a veces no sabemos ni cómo hacerlo porque estamos de lleno metidos y metidas en toda esta mierda que nos dificulta buscar lo positivo y nos nubla con lo atroz.

Voy a poner varios ejemplos de frases que no solemos usar y pueden tener un impacto BRUTAL en quienes las escuchan:

Me gusta cómo te expresas

Me siento cómoda contigo

Me has hecho ver las cosas desde otra perspectiva

Es muy valiente eso que has hecho

Me has hecho sentir un rato de calma

Me ha gustado cómo has abordado el tema

Te respeto

Te agradezco este tiempo

No voy a juzgarte

Gracias por compartir esto conmigo

Me gusta la pasión con la que hablas

Es humano equivocarse

Me has hecho sentir menos sola

Etc

Aquí cabe todo aquello que podemos ver o sentir en la otra persona y que en la mayoría de las ocasiones nos guardamos y no decimos, y que es tremendamente importante poder compartir para que todos y todas podamos sentirnos mejor.

Es curioso que no nos eduquen para esto, y sin embargo estemos cansados y cansadas de ver una vez tras otra como las palabras envenenadas saltan por doquier manchándolo todo.

Por la revolución del amor.

Por los buenos tratos.

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